La idea del inconsciente como generador de
fantasías, impulsos incontrolados, lapsus… fue su gran descubrimiento que enriqueció los análisis científicos
durante el siglo XX.
Freud, el inconsciente lo ve como un sistema
constitutivo de la persona; como esa región oscura de la persona y de difícil
interpretación. Se empeñó en hacer del inconsciente un objeto de estudio para
la ciencia y dedicó toda su vida a profundizar en esta cuestión, llegando a la
conclusión de que “los procesos psíquicos son en sí mismos inconscientes, y que
los procesos conscientes no son sino actos aislados o fracciones de la vida
anímica total”.
Freud elaboró una concepción inédita del
inconsciente. Realizó en primer lugar una síntesis de las enseñanzas de
Charcot,,Breuer, que lo llevó hacia el psicoanálisis proporcionándole un
andamiaje teórico al funcionamiento del inconsciente a partir de la
interpretación del sueño.
Freud fue quien desarrolló las técnicas del
psicoanálisis basada en su aplicación.
Freud define “su” inconsciente no como lo opuesto
al consciente. La observación de la vida normal de vigilia parecía validar esa
concepción clásica del inconsciente. Pero el análisis de las formaciones
psicopalógicas de la vida cotidiana y del sueño había hecho aparecer al inconsciente como una
función de dos sistemas muy distintos. En adelante, junto al consciente había
que concebir dos tipos de inconsciente, distintos en cuanto a su dinámica y al
devenir de sus contenidos:
-
Los del inconsciente, no podían llegar a la
consciencia.
-
Preconsciente, alcanzaban la consciencia en ciertas
condiciones, sobre todo después de pasar el control de una forma de censura.
En ocasiones se compara al
inconsciente con los agujeros negros porque no se sabe que se puede encontrar
dentro de ellos. Esta noción desde el psicoanálisis puede adquirir un significado
preciso que se diferencia en
subconsciente y no consciente.
La diferencia entre estos
términos es que en el subconsciente o en el no consciente el contenido de estos
pueden ser traídos a la consciencia rápidamente por la voluntad del sujeto. En
la teoría freudiana lo inconsciente es
lo oculto, y a su vez la verdadera realidad de lo psíquico, se encuentra
relacionado funcionalmente con las nociones de represión y resistencia.
El problema era definir sus
contenidos. La respuesta de Freud fue en un primer momento definirlo como
lo reprimido.
En su obra “El inconsciente”
postula que sus contenidos son representantes de la pulsión. El concepto de
pulsión reemplaza a la clásica idea de instinto, siendo ésta una noción límite
entre lo somático y lo psíquico.
Los contenidos del
inconsciente tratan de acceder a la conciencia pero lo hace a través de las
llamadas ”transformaciones” que aparecen disfrazadas a través de los sueños,
actos fallidos, lapsus…
Los sueños son uno de los
principales objetos de estudio del psicoanálisis.
Para Freud:
Los contenidos del inconsciente son deseos, fantasías sexuales y/o
agresivas
·
El inconsciente del psicoanálisis es según Oscar Masotta (psicoanalista
argentino), "un saber que renuncia a su saber"
·
El lenguaje del inconsciente es fundamentalmente diferente al lenguaje de
los procesos conscientes. Los procesos del inconsciente son ilógicos e
irracionales. Los conscientes siguen las leyes de la lógica y la racionalidad.
·
Los contenidos del inconsciente acceden a lo consciente por medio de
transacciones: los síntomas, sueños, actos fallidos, etc. Entender la relación
significante-significado es el desafío para descifrar el mensaje.
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