Entendemos como Navaja de
Ockham a la teoría basada en la oración: "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele
ser la correcta". Esta teoría nos puede ser útil para muchos temas
como económicos, científicos etc, pero sin nos centramos en el ámbito
filosófico tenemos que basarnos en la expresión
la pluralidad no se
debe postular sin necesidad. La navaja de Ockham es un principio de
simplificación, que afirma que si estamos entre dos opciones, probablemente la
más simple sea la correcta. Esta idea de simplificar tiene una semejanza con
los antiguos griegos, quienes no eran partidarios de lo rebuscado, complicado y
sufridor.
Junto
a este principio debemos asociar el nombre del filósofo medieval inglés William
de Ockham. Aunque probablemente filósofos
anteriores llegaron a esta teoría, Ockham la tuvo muy presente durante toda su
vida y además fue quien la dio a conocer, por lo tanto, se merece que su nombre
aparezca en la teoría. El filósofo, que además era franciscano, discutió con el
Papa por otros asuntos, y fue excomulgado. Finalmente escribió un tratado en el
que quería demostrar que el Papa ere hereje. Podemos percibir la rebeldía del
franciscano y como sobresalía entre el resto. Umberto Ecco basó a su personaje principal, llamado también Guillermo, en este filósofo, en su película El nombre de la rosa.
Actualmente la
teoría está siendo usada para aspectos que Ockham no podría imaginar. Por ejemplo,
los ateos se pueden basar en ella, no creen en la existencia de Dios ya que las
hipótesis que son solucionadas con la existencia de este ser, son resueltas con
otras cuestiones científicas. Algunos creacionistas se basan en la navaja de
Ockham para defender el creacionismo frente a la evolución, la cual es un
mecanismo mucho más complejo.
Otros han
justificado con la teoría que de lo que se puede menos, hacerlo de más no sirve
para nada. Este pensamiento es totalmente erróneo según William ya que el habla
de menos cosas, nunca habla de menos cantidad.
La teoría ha presentado
muchas discrepancias y polémicas a la hora averiguar que entendemos por simplicidad
dentro de una situación. Además, bajo mi punto de vista, este criterio es una
forma de elegir entre dos opciones pero sin ninguna certeza de que sea la
correcta, además no existe ninguna prueba científica de que la opción simple sea la correcta. Juega con
la probabilidad, ya que existe la mitad
de posibilidades, si nos encontramos ante dos opciones, de que la opción simple sea la correcta. Por
otra parte, creo que la teoría es bastante útil a la hora de no continuar buscando
otras opciones si ya tienes una factible. A pesar de esto, la utilidad te puede
conducir a una ignorancia grave, a la hora de no querer conocer más de lo que
tú ya sabes.
Es de agradecer tu apuesta por crear, por construir un discurso propio. Resulta interesante y sugerente
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